BEATO TITO BRANDSMA

Jorge López Teulón

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... EL CIELO SE ABRIO EN DACHAU

Agosto de 1942. Los periódicos de todo el mundo hablan de la inhumana y despiadada represalia de Hitler por la protesta pública del Episcopado holandés, a principios del mes de enero, contra la persecución antijudía. Fueron capturados y condenados a las cámaras de gas 40.000 judíos. Entre ellos la religiosa carmelita Teresa Benedicta de la Cruz, conocida en el mundo de la filosofía como la Doctora Stein, Edith Stein. Tras abandonar el 31 de diciembre de 1938 el Carmelo de Colonia, a causa de las violentas persecuciones antisemitas de los nazis, fue destinada al Carmelo de Echt, en Holanda. Detenida el 2 de agosto de 1942, fue deportada a Auschwitz, y asesinada una semana después, junto a su hermana, en las cámaras de gas.

Recogemos este breve testimonio de Sor M.Pascalina Lehnert, religiosa que dedicó toda su vida al servicio de Pío XII:

"Llegaron los periódicos matutinos al despacho del Papa -explica la religiosa-, que se aprestaba a las audiencias. Leyó los grandes titulares y se volvió pálido como la cera. Al término de las audiencias -era la una de la tarde y el momento de la comida-, el Santo Padre vino directamente a la cocina con dos folios en la mano, apretadamente escritos. Hay que quemar estos papeles. Son mi protesta contra esa cruel persecución antijudía. Los había escrito para L'Osservatore Romano de esta tarde. Pero si la carta pastoral de los obispos holandeses ha costado 40.000 vidas humanas, mi protesta quizá cueste 200.000. Hay que evitarlo como sea. Lo mejor será callarse en público y seguir como hasta ahora, ayudando clandestinamente a esa gente. Santo Padre -me permití objetarle-, ¿no sería lástima quemar lo escrito? Quizá servirá un día. Lo he pensado, pero si por casualidad cae en manos de cualquiera... La protesta es de tono más subido que la carta pastoral del Episcopado holandés. ¿Qué será entonces de los pobres judíos y católicos bajo el poder nazi? Lo mejor es quemarlo. Y el Santo Padre contempló como ardían los dos folios” (1).

También fue víctima de esta vorágine, desatada en Holanda durante los primeros seis meses del año 1942, el carmelita Tito Brandsma, beatificado por el Papa Juan Pablo II y definido por ser una figura poliédrica que se impone por su elevada estatura moral: sacerdote íntegro de verdad, profesor universitario, asesor eclesiástico de la prensa católica, escritor y periodista (2) .

El padre Brandsma (3)fue el primero en alzar la voz, valientemente, para denunciar las tropelías que el régimen nazi estaba cometiendo en Holanda. El 16 de enero de 1942 fue el turno de los obispos holandeses por medio de una carta colectiva. Por su condición de Asistente Eclesiástico de la Unión Católica de Informadores y Periodistas (UCIP) debía dar a conocer las principales líneas del manifiesto episcopal. A los tres días de comenzar su labor fue detenido por la Gestapo. Después de recorrer varias cárceles y campos de concentración, el 12 de marzo llegó a Dachau, siendo asesinado por medio de una inyección de ácido fénico el 26 de julio. En su lucha contra el neopaganismo, propagado por el nacionalsocialismo nazi, en ningún momento se arredró por defender el derecho de que la verdad fuese conocida. Es el primer periodista mártir en la historia de la Iglesia.

PRIMERAS ANDANZAS DE UN CARMELITA HOLANDES

El 23 de enero de 1881, nació Tito Brandsma en una ciudad del norte de Holanda, llamada Bolsward, en la región de Frisia. Sus padres, de arraigada fe católica, eran acomodados granjeros. Cinco de sus seis hijos abrazaron la vida religiosa: Boukje, la hija mayor, fue clarisa; Plone, la segunda, religiosa de la Preciosísima Sangre; Siegbriege, la cuarta, franciscana; Anno (4) , carmelita y Enrique, franciscano. Sólo la tercera, Gatsche, contrajo matrimonio y tuvo descendencia.

         En septiembre de 1892 ingresa en el pre-seminario franciscano de Meghen, donde realiza sus estudios humanísticos. Allí permaneció seis años, pero su delicado estado de salud hizo que sus superiores le indicaran otro camino en el seguimiento del Señor un poco más fácil que la rigurosa vida franciscana. La lectura de la historia y espiritualidad de las diferentes Órdenes religiosas e Institutos, y sobre todo una conversación que mantuvo con un primo de su madre, Casimiro Boer, carmelita que estaba a punto de ordenarse, encaminaron sus pasos hacia el Carmelo de Boxmeer.

         El 22 de septiembre de 1898 comienza el noviciado. El espíritu de oración y austeridad, de contemplación y estudio, le hicieron ver que había encontrado su sitio. Anno cambió su nombre de pila por el de Tito, en honor de su padre, por el que sentía un gran cariño. En el noviciado, Tito comenzó a trabajar con los escritos de Santa Teresa (5); tradujo diversas obras de la Santa andariega y se adentró en el terreno de la literatura mística.

         El 3 de octubre de 1899 emite su profesión religiosa:

         Yo, fray Tito Brandsma, hago mi profesión y prometo obediencia, pobreza y castidad a Dios y a la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo y al Rvdmo. Padre Luis Galli, Prior General de la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María y a sus sucesores, según la regla de la predicha Orden usque ad mortem (hasta la muerte).

En estos años funda un boletín de información para los carmelitas, con un grupo de jóvenes que mandaban artículos a diversos medios de comunicación. Su salud continúa en estado precario: sufrió frecuentes cólicos intestinales, que le dispensaban de asistir al Oficio Divino en algunas ocasiones.

Los estudios filosóficos los realiza en el mismo convento de Boxmeer; los teológicos en Zenderen y Oss. El 17 de junio de 1905, al acabar el tercer año de teología, recibe la ordenación sacerdotal de manos del obispo Willen van der Van, en la Catedral de Hertogenbosch; al año siguiente los Superiores le enviaban a Roma para perfeccionar los estudios en la Universidad Gregoriana, en las ramas de Filosofía y Sociología. El 25 de octubre de 1909 obtiene el doctorado en Filosofía.
Dentro de su intensa y polifacética actividad cabe destacar tres campos: la enseñanza, la prensa y la espiritualidad.

De regreso a Holanda impartió clases de Filosofía e Historia de la Filosofía en el Seminario carmelitano de Oss. Lanzó a la calle el Carmelrozen (Rosas del carmelo), revista de espiritualidad carmelitana, que en dos años alcanzó los 13.000 ejemplares, y dirigió el periódico de la localidad, De Stat Oss, siendo redactor jefe de 1919 a 1923.

Su talante humano quedaba de manifiesto en su especial dedicación a los pobres y necesitados, que sabían bien de su generosidad y entrega. Sus capacidades filosóficas y teológicas se complementaban con el conocimiento directo de la miseria humana y con la ayuda que prestaba a cuantos se acercaban al convento en busca de consejo.

De igual modo el joven profesor Brandsma, estaba siempre por instinto, de parte del más débil. Cuando formaba parte de algún tribunal examinador, tenía una singular manera de formular las preguntas, llenas de caridad y cortesía, que afianzaba al alumno. Si algún colega examinador se complacía en atemorizar a su examinado, tras las gruesas gafas del padre Tito podía verse una sonrisa con la que intentaba dar serenidad al alumno.

En Oss crea una escuela comercial, un liceo y una biblioteca pública; en 1925 funda también la Unión de Escuelas Católicas. Hombre de amplios planes, no sólo se dedicó a mejorar el ambiente de estudios, sino que persuadió al Provincial para que fuesen enviados a Roma diez profesores para renovar el profesorado y, al mismo tiempo, trató que todos los religiosos acabasen los estudios con un grado civil reconocido.

Luchó con ardor y logró que el Parlamento Holandés discutiera una moción suya, a través de la cual, se solicitaba la subvención estatal para los colegios católicos. Los frutos se obtuvieron en 1926 con la aprobación de dicha subvención

CATEDRATICO DE UNIVERSIDAD

         En 1923 se crea la Universidad Católica de Nimega. El entusiasmo de los católicos holandeses hizo posible esta institución educadora en una nación de mayoría protestante. El padre Tito Brandsma formará parte de la primera plantilla de profesores. El 27 junio se le nombra catedrático de Filosofía, Teodicea e Historia de la Mística, especializándose en los místicos de los Países Bajos.

En Nimega, donde no existía convento carmelitano, vive en una pensión. Los sábados y domingos colabora con sus hermanos de Oss. Cinco años más tarde logrará acomodar en un viejo hospital abandonado una nueva fundación para el Carmelo, que inauguró en 1930 con un gran Congreso sobre Mística.

Viaja, organiza congresos y asume responsabilidades de ámbito nacional en los campos de la enseñanza y de la prensa. En 1929 visita España con ocasión de la Exposición Universal Iberoamericana de Sevilla, de la Exposición Internacional de Barcelona y del Congreso Nacional Mariano. Recorre Barcelona, Burgos, Madrid, Toledo, Sevilla y especialmente Ávila: santuarios marianos, ruta teresiana, archivos, bibliotecas..., y las casas de sus hermanas y hermanos carmelitas.

En 1931, con ocasión del XV centenario del Concilio de Efeso (6), organizó en Nimega un Congreso Nacional Mariano. Llegó a reimplantar la antigua procesión con la imagen de la Virgen.

María -afirmará cuando lleguen los días de la persecución nazi- debe ayudarnos y sostenernos. Ella pone su mano sobre nosotros. Así podremos aguantar mucho mejor todo lo que nos suceda.

En 1932 es elegido Rector Magnífico de la Universidad. El 17 de octubre, durante la ceremonia de investidura, pronunció un discurso que versó sobre la "Noción de Dios", tema de Teodicea, considerado por toda la crítica como magistral y doctrinalmente hermoso.

Durante su mandato, dio pruebas de prudencia y habilidad en el gobierno de profesores y alumnos. Solamente estuvo un año en el cargo pero representó a la Universidad en dieciocho ocasiones; se ocupó en la creación de nuevos planes de estudios; trató de adquirir nuevas colecciones para los fondos de la Biblioteca; fundó un periódico universitario...

En ese año de 1932, también fue nombrado redactor y censor de la Enciclopedia Católica Holandesa.

Hagamos un paréntesis, antes de abordar un nuevo capítulo de la historia del siglo XX con la ofensiva general, que en 1940, realizan los ejércitos alemanes para ocupar los Países Bajos, Belgica y Luxemburgo y dejemos al padre Tito que nos hable, a través de sus escritos, de los diferentes aspectos de la vida religiosa.

LA ESPIRITUALIDAD DEL CARMELITA

1. OBEDIENCIA

La obediencia es una virtud positiva y social. ¡Qué fuerza y qué vitalidad se oculta en una orden o Congregación en la que todos están prontos para todo! La unión hace la fuerza. ¡Qué orden tan perfecto hay en el universo! Todas las cosas sirven unas a otras. Una cosa existe en función de otras.

2. POBREZA

En la medida en que el hombre se despoja de sus bienes, Dios lo protegerá.

A cuantos lleguen a nuestra puerta pidiendo limosna déseles todo lo posible. La limosna es nuestra vida. Ella nos sostiene y con ella hemos de ayudar a los demás. Lo que damos a los pobres lo damos a Dios.

Sin la pobreza, el religioso es un fariseo, señorito de vida fácil bajo el vestido de pobre. Un vestido de pobre sobre los hombros de quien no ama la pobreza. Gente demasiado apegada a toda clase de banalidades y que en todo procura su comodidad... Nos hacemos ridículos delante del Señor que aceptó nuestros votos.

3. CASTIDAD

La pureza tiene que estar enraizada en el amor más genuino de Cristo. Pero no es virtud antisocial; más bien ennoblece y santifica el trato con los demás. Porque debemos ver en el prójimo la imagen de Cristo y a El debemos servir en aquellos con quienes vivimos. El peor enemigo de la castidad es el amor puramente terreno, tanto el dedicado a los otros como el que dedicamos a los demás.

Plenificado por los tres votos de su vida religiosa, cuyo cumplimiento llevará hasta la muerte (USQUE AD MORTEM), el padre Tito se pondrá en las manos de Dios, se dejará llevar, como un niño pequeño camina cogido de la mano de su madre.

Haz todos los días, con la mayor perfección que puedas, las pequeñas cosas que son tu obligación, aún las más insignificantes. Es muy sencillo. Sigue al Señor como un niño. Así lo hago yo: voy tras el Señor dando mis pequeños pasos como puedo; yo dejo en sus manos toda preocupación.
                           

4. UNIÓN CON DIOS

Es preferible ser un ignorante, pero lleno de fe, que un sabio sin corazón... Porque sólo el hombre que actúa estrechamente unido a Dios puede estar verdaderamente unido al prójimo. Sólo aquel que se nutre de Dios puede dar testimonio de Dios con las obras.

Primero de todo nosotros debemos ver a Dios como la base fundamental de nuestro ser. Esta          base nace de la profundidad más interna de nuestra naturaleza. Sí, nosotros estamos en contemplación continua de Dios y lo adoramos no sólo en nuestro propio ser, sino en todo lo que existe: ante todo en el prójimo, también en la naturaleza, en el cosmos, presente en todo y todo penetrante con la obra de sus manos.

Conservad dentro de vosotros el sol de la gracia.

La oración es una vida, no un oasis.

Dios está muy cerca y todo lo que existe procede de su mano y actúa bajo su mirada. Puesto          que por su acción, por su gracia y por su vida está siempre, tan presente en nosotros, debemos aprender a vivir con El. Debemos aprender de nuestros padres la vida interior que          les unía con El y les unía entre ellos, abriéndoles los oídos para escuchar y los labios para hablar.

"NOSOTROS, PERIODISTAS CATOLICOS..."

El periodismo fue para él una vocación muy temprana. Escribe sobre espiritualidad numerosos trabajos en revistas y periódicos. Sus artículos suman cerca de los ochocientos; funda varias revistas, como ya habíamos apuntado, y es consejero y redactor jefe de varios periódicos.

En marzo de 1935 el arzobispo de Utrecht, Mons. De Jong, nombra al padre Tito Asistente Eclesiástico Nacional de la Unión Católica de Informadores y Periodistas (UCIP). El nombramiento fue muy bien recibido por los miembros de la Unión, llegando a afirmar, que no creían que hubiese otra persona más capacitada que el padre Brandsma.

Meses antes de su nombramiento salió hacia Estados Unidos para dictar una serie de conferencias por las nuevas fundaciones carmelitanas de Norteamérica.

En una época en que eran muy escasos los sacerdotes que se dedicaban a esta profesión, el padre Tito Brandsma era periodista profesional, poseía el carné número 7.668 de la Federación Internacional de la Prensa. Desde su puesto de Asistente Eclesiástico, dirá a los periodistas holandeses:

Nosotros, periodistas católicos, debemos tener presente en primer lugar que nuestra actuación debe ser positiva, constructiva. Ese es el camino querido por Dios para trabajar por la causa          católica. En segundo lugar, debemos tener en gran honor la caridad como deseo del Señor. El amor debe resplandecer en el tono pacífico de la prensa católica.

La prensa, después de los templos -afirma tajantemente-, es el primer púlpito para enseñar la verdad. Es la fuerza de la palabra contra la violencia de las armas.

El padre Tito combatió desde la prensa las tropelías cometidas contra los judíos en Alemania:

Cuanto en Alemania se lleva a cabo contra los judíos es un acto de verdadera bellaquería, una vileza. Los enemigos y adversarios de este pueblo deben ser bien cortos de miras para actuar así. Defender que con esto manifiestan la fuerza popular es una muestra de debilidad.

Con gran claridad afirma que el nacionalsocialismo era un movimiento pagano. En 1939 durante la peregrinación nacional a la tumba de San Bonifacio (7) había dicho:

Vivimos en un mundo en el que se condena de hecho el amor, diciendo que es una debilidad a superar. Nada de amor, sino desarrollo de la propia fuerza. Que cada uno sea lo más fuerte posible y deje perecer a los débiles. Dicen que la religión cristiana está superada y debe ser sustituida por la antigua potencia germánica... Aunque el neopaganismo rechace el amor, venceremos con el amor este paganismo.

LOS ALEMANES INVADEN HOLANDA

El 9 de mayo de 1940, el Ejército alemán, en la llamada Blitzkrieg (guerra relámpago), alcanzó sus objetivos con la ocupación del Benelux y la inutilización de la línea Maginot, eje de la defensa francesa. El 13 de mayo, el Ejército holandés hundido, se retiró hacia Ámsterdam, ante el incontenible avance de las tropas alemanas.

Entretanto, habían ido llegando a Londres los soberanos y los gobiernos legítimos de diversos países ocupados: Noruega, Países Bajos, Polonia, Checoslovaquia y Bélgica.

La reina de los Países Bajos, Guillermina de Orange, salió para Gran Bretaña el día 13. El 15 de mayo, las fuerzas armadas holandesas firman en Ámsterdam la capitulación.

Desde que en 1935 fuese nombrado consultor eclesiástico de los periodistas católicos de Holanda, el padre Tito Brandsma, era sabedor de la importante responsabilidad que se le encargaba. En sus conferencias y en sus escritos atacaba las doctrinas raciales del Nacionalsocialismo, incluso, después de la ocupación. Defendió los derechos referentes a la enseñanza de los católicos y de los judíos. Por su parte las nuevas autoridades decretaron que los sacerdotes, religiosos y religiosas no podían tener cargos de dirección en las escuelas, y sus sueldos quedaban reducidos a un cuarenta por ciento.

Pasados, casi dos años de pacientes enfrentamientos con las autoridades nazis, el carmelita creyó que las buenas palabras se habían terminado y que era hora de pasar a la acción.

El 31 de diciembre de 1941 el padre Brandsma redacta una carta que dirige a los directores católicos de todos los periódicos:

Sepan -decía en ella- todos los directores de periódicos católicos que deben rechazar formalmente toda clase de comunicados y de propaganda del Nacionalsocialismo, si desean que sus periódicos conserven el carácter de católicos. Y esto incluso aunque el rehusarlos pueda acarrear insultos, retenciones o la misma supresión. No hay alternativa posible. Se ha rebasado ya con creces el límite tolerable. Si alguno obrara de distinto modo, debe saber que su periódico no podrá contar con lectores y abonados auténticamente católicos y que terminará muriendo en el deshonor... Comprendo perfectamente -termina diciendo la carta- que estas disposiciones son duras para quienes desde hace años ganan honradamente el pan de cada día sirviendo a la prensa católica, pero deben comprender que actuando en contra         se harían cómplices de aquellos que quieren violentar las conciencias, a pesar de sus promesas en contra.

El padre Tito, nombrado representante de los obispos, compareció ante el Comando Central. Pero todo fue inútil. El 16 de enero de 1942, los obispos holandeses publicaban una carta colectiva, refrendando lo expuesto por el padre Tito, en ella decían:

"Se nos ha prohibido hacer colectas para nuestras instituciones culturales y de caridad. Nos          han cerrado nuestra radio católica. Nuestra prensa diaria ha sido suspendida o tan limitada en su libertad de expresión que es difícil hablar ya de una prensa católica. El nazismo es completamente contrario a la concepción cristiana de la vida y los valores humanos esenciales".

La carta de los obispos holandeses provocó que la persecución se intensificase. El padre Tito Brandsma, encargado de hacer saber a todos los editores de periódicos católicos las directrices aprobadas por los obispos, sería detenido a los pocos días.

El 19 de enero, el padre Tito, fue arrestado en el convento carmelitano de Nimega. Dos policías de la Gestapo se lo llevaron. Se le acusó de tener una postura antialemana, escribiendo contra la política seguida por el Tercer Reich con los judíos y de hacer alarde en conferencias y reuniones de su anti-nacionalsocialismo.

En seis meses pasó por varias cárceles y campos de concentración. La primera noche la pasó en la cárcel de la ciudad de Arnhem (8) . El 20 de enero llegó al puerto pesquero de Scheveningen, junto a La Haya, donde permanecerá durante siete semanas. Enseguida fue sometido a duros interrogatorios. Se le preguntó por qué los católicos holandeses se oponían al Nacionalsocialismo. En un informe remitido al juez-inspector de las S.S., llamado Hardengen, escribe:

Los holandeses han hecho grandes sacrificios de amor por Dios y tienen una fe madura... Si es necesario, nosotros, holandeses, daremos nuestra vida por nuestra religión...

Terminaba su informe de esta manera: Dios bendiga a Holanda. Dios bendiga a Alemania. Que Dios quiera hacer que ambas naciones se encuentren pronto, lado a lado, en plena paz    y armonía.

Durante aquellos 53 días en la prisión de Scheveningen escribió verdaderas joyas de espiritualidad. Mi celda, escrito fechado el 27 de enero de 1942, recoge con sencillez sus días de cautiverio:

Era necesario adornar un poco esta celda tan fría y desnuda, por lo que he colocado un          pequeño altar, si así puede llamarse. En la celda había un cartón con marco. Como yo no necesitaba jugar a las damas, lo envolví con un trozo de papel, y con un clavillo -no me están permitidas la navaja, ni las tijeras- hice algunas rajitas en las que fijé tres estampas que tenía en el breviario: en el centro un Cristo en la cruz, de Fray Angélico, no de cuerpo entero, sino hasta la llaga del costado. A su lado coloqué una estampa de Santa Teresa de Jesús con su lema "O padecer o morir". Y al otro lado la de San Juan de la Cruz con el suyo "Señor, padecer y ser despreciado por Vos".

Encontré también dos alfileres, de los cuales uno me sirvió para fijar debajo de las estampas un trozo de papel en el que escribí en español la famosa letrilla de Santa Teresa "Nada te turbe, etc.". En medio he escrito las palabras "Dios tan cerca y tan lejos. Dios está siempre       aquí.”

Y finalmente mi lema "Todos los días como vengan, etc..."

En mi breviario no tenía ninguna estampa de la Virgen María; sin embargo su imagen es obligatoria en la celda de todo carmelita, así que también tuve que solucionar esto. El tomo del breviario que tengo aquí contiene una bella lámina de la Virgen del Monte Carmelo de Frein von Oer; como no me parecía bien arrancarla, no he tenido más que colocar abierto el breviario sobre una rinconera que existe en la parte alta e izquierda de la cama. Cuando estoy sentado en la mesa me basta con dirigir una mirada a la derecha para verla, y cuando estoy acostado la mirada cae directamente sobre la Virgen con la estrella, la Esperanza de todos los carmelitas...

Estoy solo, es verdad, pero el Señor está más cerca de mí que nunca. Siento ganas de gritar de gozo porque el Señor ha querido que yo le descubra en toda su plenitud, sin que necesite estar entre los hombres, ni que los hombres lleguen hasta aquí. El es mi único refugio…

Me siento feliz. Permaneceré aquí siempre, si El así lo dispone. Pocas veces me he sentido tan feliz.

En otra de sus obras escritas en Scheveningen, titulada Mi Horario, escribe:

El día 29 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, terminaba yo        de limpiar y de encender la pipa para el paseo matinal cuando entró en mi celda un soldado   alemán y me dijo que debía darle el tabaco, los cigarrillos y la pipa, porque desde ese     momento tenía prohibido fumar.

Afortunadamente, pensé en el dulce Francisco de Sales para no decir alguna palabra descortés. Vacié la pipa y se la entregué como todo lo demás.

El pobre guardia lleno de compasión, me aseguraba que la orden no la había dado él, cosa que yo sabía perfectamente. Y para consolarme, me decía que podía conservar los libros y el papel que había traído. Ciertamente que estas dos cosas me eran más necesarias que la pipa y los cigarrillos.

Taché del horario la palabra "fumar" y continué la jornada. Ahora me parece que no podía ser de otro modo. Fue algo estupendo que me permitieran fumar los primeros días que tan    difíciles me resultaron (9) .

Hace de su calabozo una auténtica celda conventual. En ese clima de oración redactó algunos capítulos de una Vida de Santa Teresa que, completada por otro carmelita, sería publicada en 1946. También escribió las diez primeras estaciones de un Vía Crucis. Pero, sin duda, llega espiritualmente a su punto culminante con el precioso poema Ante Jesús escrito los días 12-13 de febrero de 1942.

 

                                   Cuando te miro, buen Jesús, advierto
                            en ti el amor del más querido amigo,
                            y siento que, al amarte yo, consigo
                            el mayor galardón, el bien más cierto.

                            Este amor tuyo -bien lo sé- produce
                            sufrimiento y exige gran coraje;
                            mas a tu gloria, en este duro viaje,
                            sólo el camino del dolor conduce.

                            Feliz en el dolor mi alma se siente:
                            la Cruz es mi alegría, no mi pena;
                            es gracia tuya que mi vida llena
                            y me une a ti, Señor, estrechamente.

                            Si quieres añadir nuevos dolores
                            a este viejo dolor que me tortura,
                            fina muestra serán de tu ternura,
                            porque a ti me asemejen redentores.

                            Déjame, mi Señor, en este frío
                            y en esta soledad, que no me aterra:
                            a nadie necesito ya en la tierra
                            en tanto que Tú estés al lado mío.

                            ¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
                            jamás el corazón llore tu ausencia:
                            ¡que todo lo hace fácil tu presencia
                            y todo lo embelleces con tu gracia

P. D. A.: PROBAMUR DUM AMAMUR.

El 12 de marzo, sin apenas tiempo para prepararse, fue trasladado junto a un centenar de prisioneros al campo de concentración de Amersfoort (10) . Al llegar, tras desnudarse en los vestuarios para el reconocimiento médico, les hicieron salir a la intemperie. Después de varias horas les repartieron unos uniformes. Al padre Tito se le colocó el triángulo rojo, que le delataba como preso político, con el número 58 correspondiente al número de su nueva celda.

Las siglas P.D.A. (Polizei Durchgang Amersfoort) que aparecían por todo el campo, significaban en alemán "Pasaje de la Policía del campo de Amersfoort". Motivaron un nuevo lema para el padre Tito: Probamur Dum Amamur. Somos probados porque somos amados. El padre Brandsma no dejó de sentirse amado en ningún momento, sabía de quien se había fiado.

Durante esos meses de marzo y abril, se le encargó la tarea de cortar la leña. Enfermó gravemente de un ataque de disentería del que se recuperó. A pesar de la prohibición de hacer apostolado, a lo largo de todo su cautiverio, procuró acompañar espiritualmente a cuantos le rodeaban. Escuchaba confesiones, bendecía a los moribundos y aunque no pudo celebrar el sacrificio eucarístico (11), logró, en los días de Semana Santa, organizar unas conferencias sobre el sentido del dolor humano para el creyente. Se celebraron el 3 de abril, Viernes Santo, con la asistencia de un centenar de prisioneros.

El día 28 de abril continuó caminando por su vía crucis particular ascendiendo al Gólgota que el Señor le tenía preparado. De Amersfoort se le condujo nuevamente a la prisión de Scheveningen. Allí se reencontró con el juez-inspector Hardegen que, por segunda vez, estaba dispuesto a ponerle en libertad apenas mostrase un ligero indicio de cambio en su anterior postura férrea. Seguro de su victoria, tras los meses de sufrimiento físico y de destrucción psicológica sufrida por Brandsma, aquel carcelero sin escrúpulos encontró que ante sí emergía un hombre débil y manso, extenuado físicamente, pero resuelto a seguir siendo fiel a Jesucristo y a sus queridos obispos holandeses.

Comparte celda con dos jóvenes protestantes, los cuales quedaron muy edificados por su ejemplo y conversación.

Dos semanas después, el 16 de mayo, el padre Tito y otros prisioneros, cuyo destino final era el campo de concentración de Dachau, son enviados a Kleve, en la frontera germano-holandesa. Durante el mes que permaneció en esta prisión gozará de algunos privilegios: por su condición de sacerdote, se le permite usar sotana; retomó el rezo del breviario; aunque siguió sin poder celebrar misa, pudo asistir a la celebrada, los domingos y días festivos, por el padre Ludwig Deimel, capellán de la cárcel... Por mediación de este sacerdote, con el cual establece unos fuertes vínculos de amistad, intentó obtener el permiso para poder celebrar la santa misa. El sacerdote más allá de esta petición, luchó por conseguir la libertad del carmelita. Todo fue inútil.

El 13 de junio era el día señalado para el traslado a Dachau. El día anterior, festividad del Sagrado Corazón de Jesús, el padre Tito recibió la Sagrada Comunión. Al despedirse del entristecido padre Deimel, que imaginaba el destino que le esperaba, Brandsma, que había sufrido enormemente en esas últimas semanas preparándose para lo peor, le dijo: Adiós, amigo, nada malo podrá sucederme ahora que el Señor va conmigo.

AL FINAL BRILLARA PARA NOSOTROS LA LUZ ETERNA”.

Después de seis días de viaje en tren, hacinados en los vagones de ganado, el 19 de junio llegaba a Dachau un nuevo grupo de prisioneros. Tras rellenar sus fichas y fotografiarlos, les llevaron a desinfectar y despiojar para darles sus "nuevos uniformes". Al padre Tito le asignaron el nº 30.492. Ya se habían cumplido cinco meses de tortura, de humillación, de miseria, de hambre y de enfermedad, de traslados de una prisión a otra... sabía que era ésta su última parada... ¡faltaban menos de cuarenta días! y aunque ignorase que el momento final estaba ya tan próximo... ¡llevaba tanto tiempo preparándose para ese precioso instante!...

Le destinaron al bloque 28, el de los sacerdotes polacos. También en el campo de concentración de Dachau se vio sometido a vejaciones y malos tratos. Le golpeaban sin piedad, a puñetazos, con mazos y con palos. En cierta ocasión uno de los kapos (12) le golpeó tan fuertemente que le tiró contra el suelo rompiéndole sus gafas. Allí tirado siguió recibiendo patadas e insultos. El padre Tito no dudó un solo instante en apretar con más fuerza aún el estuche de sus gafas que contenía su más preciado tesoro: el Santísimo Sacramento.

Desde los otros dos bloques, en los que estaban los sacerdotes no polacos, concretamente desde el bloque 26, con enorme peligro para todos, le llevaban la Sagrada Comunión. Eran las horas más felices de toda la jornada cotidiana. A pesar de todo, su humor no dejaba de ser agradable... su serenidad tocaba profundamente los corazones de aquellos que le rodeaban:

No cedáis al odio. Tened paciencia. Nosotros estamos aquí en un túnel oscuro, pero debemos seguir adelante. Al final brillará para nosotros la luz eterna.

Pese a su edad -sobrepasaba ya los 61 años- y su estado de salud, se le consideró apto para trabajar. Le resultó muy duro cumplir su tarea puesto que unido a las pocas fuerzas de las que disponía contrajo una infección en el pie y un envenenamiento de uremia. Su salud estaba completamente minada. El 16 de julio, solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, aún pudo felicitar a la numerosa comunidad de carmelitas de Dachau, encarcelados allí con él. Dos días después entró en el Revier (barracón que hacía funciones de hospital o enfermería), donde los prisioneros eran sometidos a experimentos bioquímicos.

En dos ocasiones el doctor católico Fritz Kühr (13), que trabajaba en la enfermería, arriesgando su vida consiguió llevarle la comunión. Con gran intensidad resonaron nuevamente en su corazón los versos Ante Jesús de Scheveningen: 

                            Si quieres añadir nuevos dolores
                            a este viejo dolor que me tortura
                            fina muestra serán de tu ternura,
                            porque a ti me asemejan redentores.

                            Déjame, mi Señor, en este frío
                            y en esta soledad, que no me aterra:
                            a nadie necesito ya en la tierra
                            en tanto que Tú estés al lado mío.

 

26 de julio de 1942. "He sido puesta en el camino recto por la intercesión del padre Tito. Personalmente creo que es un mártir porque el Nacionalsocialismo era el Anticristo". Con estas palabras y un extenso relato sobre los últimos diez días que el padre Brandsma vivió en aquel espantoso barracón, declaró en el proceso de canonización, la enfermera encargada de ponerle la inyección de ácifo fénico que pondría fin a la vida del sacerdote carmelita.

Igualmente el padre Tito habría muerto, aunque hubiera llegado al campo totalmente sano, porque se tenía un gran odio a los eclesiásticos de alta posición. Cuando llegó a la          enfermería era ya un candidato a la muerte. Esto se deduce por el hecho de que el médico le señalara como uno de los que, pasado cierto tiempo, debía recibir la "inyección de gracia". Se le había declarado disentería y su cuadro clínico presentaba todos los síntomas de una muerte segura.

Desde que llegó el padre Brandsma al Revier comenzó a conversar con aquella enfermera.

Los mejores sacerdotes, exponía el carmelita moribundo, no son siempre aquellos que suben al púlpito a predicar hermosos sermones, sino aquellos que sufren mucho y ofrecen sus sufrimientos por los pecadores. Estoy contento de poder sufrir...

La enfermera también expresa sus sentimientos: "Me hizo quererle como a un paciente estimado. Un día cogió mi mano y dijo: ¡Pobre muchacha, yo rezaré mucho por ti! Me regaló incluso un rosario para que lo rezara". Ella contestó: "Ni creo en nada ni sé rezar. Es igual -repuso el padre Tito- tú vas pasando las cuentas y a cada una vas diciendo: ruega por nosotros pecadores".

Según este valiosísimo relato, el religioso estuvo dos días en estado de coma, hasta que el Doctor Wolter ordenó a la enfermera inyectarle el ácido fénico. Murió a las dos de la tarde del 26 de julio de 1942. Tres días más tarde su cuerpo fue trasladado a los hornos crematorios para ser incinerado. El parte médico enviado a la familia Brandsma habla de muerte por catarro intestinal.

El proceso diocesano se realizó entre 1955-1957. La causa fue introducida el 10 de diciembre de 1973 y fue la primera de un mártir del Nacionalsocialismo y de los campos de concentración. Su fama creció tras su muerte por la publicación de sus numerosas obras (14). El 3 de noviembre de 1985 fue beatificado por Juan Pablo II con la asistencia de treinta y siete familiares del nuevo Beato.

1     Sor M.Pascalina LEHNERT, Al servicio de Pío XII. Cuarenta años de recuerdos (Madrid 1984) pp. 138-139.

2     Recogido en L'Osservatore Romano, 17 noviembre 1985 (nº 881).

3     Entre la principal bibliografía, con la que hemos trabajado en este capítulo, destacamos las siguientes obras:
Miguel Mª ARRIBAS, Tito Brandsma en Santos del Carmelo (Madrid 1982). Posteriormente publicó Un periodista mártir (Madrid 1984), considerada como una de las mejores biografías publicadas. Rafael Mª LOPEZ MELUS, El periodista Santo (Onda, Castellón 1985). Alessandro SCURANI, Per lui il cielo si schiuse su Dachau, en La Civiltà Cattolica, 137 (1986). Adriano STARING, voz Tito Brandsma, Bibliotheca Sanctorum (Roma 1987). Ismael MARTINEZ CARRETERO, Y tras la noche, la libertad (Madrid 1993).

4     El nombre de pila del padre Tito era Anno Sjoerd, al igual que el apellido Brandsma, eran propios de la región frisona. Su santo patrón, el arzobispo Annón de Colonia (1010-1075), fue regente del Sacro Imperio, junto con el arzobispo Adalberto de Bremen, durante la minoría de edad del emperador Enrique IV. Destacó por su labor en la fundación y restauración de monasterios.

5     En junio de 1901, a los veinte años, traduce del francés una Antología de las Obras de Santa Teresa, volumen de 317 páginas. Posteriormente, en 1917, en colaboración con otros tres carmelitas, comenzó la traducción al holandés y la edición de las Obras completas de Santa Teresa.

6     El III Concilio ecuménico, celebrado en Efeso en el 431, establece que en Cristo hay una sola persona y dos naturalezas y que María es en verdad la Madre de Dios. El Concilio condenó la doctrina de Nestorio.

7     El padre Tito comenzó una ardua campaña en favor de los frisones, con la organización de peregrinaciones anuales al lugar donde San Bonifacio había sido martirizado. El Apóstol de los Germanos, como se conoce a San Bonifacio, murió asesinado por los paganos, el 5 de julio del 755, durante un viaje misional por Frisia. Está enterrado en la abadía alemana de Fulda.

8     Ciudad próxima a Nimega, cercana a la frontera alemana. En Arnhem, el 17 de septiembre de 1944, los británicos intentaron capturar intacto el puente sobre el Rhin. Sin embargo, el 23 de septiembre, los alemanes logran detener definitivamente el ataque del XXX Cuerpo del Ejército británico, infrigiéndoles una severa derrota.

9     Rafael Mª LOPEZ MELUS en El periodista Santo (Onda, Castellón 1985) pp.104-109.

10     Esta ciudad del centro de los Países Bajos, se encuentra en las proximidades de Utrech, a orillas del Eem, y al sur del Ijsselmeer, lago atificial originado por el cierre del golfo de Zuiderzee mediante un dique de 30 Km. de longitud.

11     Rafael Mª LOPEZ MELUS, en su obra ya citada (p. 113) recoge "las celebraciones eucarísticas" del p. Brandsma:

Todos los domingos, efectivamente, después de las duchas comunes, el padre Tito reunía a un grupo de cinco o diez compañeros que se sentaban en círculos, mientras alguno de ellos vigilaba. El Padre iba leyendo despacio los textos bíblicos y litúrgicos de la misa, sin olvidarse nunca de dirigirles una corta pero fervorosa homilía. No se consagraba ni el pan ni el vino, por supuesto, pero a la hora de la comunión, el padre Tito tomaba la mano de cada uno de los participantes entre las suyas y, mirándoles fijamente a los ojos, decía recalcando cada una de las palabras de la comunión: El Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo  guarde tu alma para la vida eterna. Amén. No era, ciertamente una comunión real, pero cuantos participaron en ellas afirmaron que la mirada de  fe, el afectuoso apretón de manos y las palabras convincentes que salían de sus labios, producían en sus almas una emoción tremenda y surtían el mismo efecto psicológico que si se tratara de la recepción sacramental.

12     Los kapos (abreviación de las palabras "KAmaraden POlizei") eran los responsables de los comandos de trabajo, de los diferentes bloques o de cualquier servicio. Estos "responsables" eran elegidos de entre los delincuentes comunes. En su mayoría eran gente sin escrúpulos al servico de las S.S.

13     Se trata del primer miembro con el cual el padre José Kentenich funda, diez días antes de la muerte de Brandsma, la Obra Familiar de Schoenstatt. El doctor Kühr llevó la Sagrada Comunión al padre Tito hasta el día en que entró en coma.

14     Juan XXIII recordó la figura del carmelita ante los corresponsales de prensa extranjera en Roma recibidos en audiencia el 25 de octubre de 1961 ( Ecclesia, 4 noviembre 1961, nº 1.060):

Justamente en estos últimos días Su Santidad ha leído un bello libro; la biografía de Tito Brandsma, un culto e intrépido periodista holandés, nacido en 1881, y que unía a la actividad de publicista y profesor universitario la profesión de vida religiosa en la Orden del Carmelo. En el último conflicto mundial fue hecho prisionero por su actitud y disposiciones como consultor eclesiástico de la Prensa Católica en Holanda; y murió el 26 de julio de      1942, en un campo de concentración, víctima de su caridad y de la constante defensa de la verdad. Más allá  de los azares humanos, aun de las más dolorosos y crueles, queda la permanencia de Cristo en el mundo.